El impacto emocional de la DANA en la salud mental de las personas afectadas es profundo, generando secuelas como el estrés postraumático, la ansiedad y la depresión, que pueden persistir mucho después de que las aguas se calmen. Cuando la vida cambia de un momento a otro, nos vemos obligados a enfrentar no solo los daños visibles, sino también…