PASADO, PRESENTE Y FUTURO.
Permanecer anclada en el pasado te impide vivir el ahora y atraer lo que realmente quieres en tu vida.
Vivir permanentemente soñando con el futuro tes desconecta de la realidad.
No hay nada que crear, sólo manifestar. La vida es una manifestación de hacia dónde diriges tu energía. Trata la energía como el dinero o la vida, son algo finito. Reflexiona en qué quieres gastar tu energía. Tienes el poder de elegir.
La manifestación de tu realidad se realiza desde tres vertientes:
SER: ¿Dónde está la causa? ¿Por qué pasó? ¿Dónde está la causa de lo que te sucede hoy? ¿Qué sucedió en el pasado que te afecta ahora? La respuesta determina que eres hoy.
HACER: ¿Cómo y cuándo pasó? ¿Cómo y cuándo sucedió la situación o la experiencia que te sigue afectando? Te descubren por qué haces y te comportas de determinada manera.
TENER: ¿Qué pasó? Tu percepción sobre lo que sucedió exactamente da como resultado lo que tienes ahora (material, física y emocionalmente hablando).
A veces, la manifestación de la realidad tiene que ver con tus relaciones y, no me refiero sólo a las relaciones de pareja, sino también a; las familiares, de amistad, de trabajo, sociales. Si te has comprometido por obligación, necesidad, programación, obediencia… al final no recuerdas quien eres porque has comprometido aspectos de ti misma para mantener esa relación.
Abre tu corazón y reflexiona ¿Eres feliz con la adulta que eres? Si no es así, algo debes cambiar. Sin cambios no hay progreso. No puedes esperar un resultado diferente si sigues haciendo las mismas cosas, comportándote de la misma manera. No persigas la felicidad, busca una forma de vida que te la proporcione. Pasa tiempo contigo misma.
Aprende el arte de escuchar tu cuerpo. Puedes hacer una película de tu vida escuchando tu cuerpo. Recuerda qué enfermedades has padecido o sigues padeciendo, en qué situaciones aparecen y cómo te hacen sentir, para saber qué emociones debes sanar.
Todo lo que haces y has hecho tiene que ver con tu funcionamiento conflictual (si te maquillas o no, cómo te vistes, si te pones tacones o prefieres calzado cómodo, cómo te peinas, cómo te arreglas, si te gusta verte en el espejo…) Son el fiel reflejo de un funcionamiento conflictual.
Igual que traes el pasado al presente, puedes limpiar hacia atrás y desactualizar tus pensamientos y emociones para reprogramarlas.
Mente y cuerpo.
Se ha demostrado científicamente que nuestros pensamientos provocan emociones que inciden en nuestro cuerpo.
La desvalorización provoca problemas músculo esqueléticos o de sangre.
La rabia produce problemas de vesícula, páncreas, hígado, y pequeños órganos del sistema digestivo.
El temor a la soledad o al abandono da como resultado la retención de líquidos en brazos, piernas, cara, manos… Hinchazón. El agua es el medio dónde te sentías dentro de casa. Cuando temes “perder estar en casa” tu cuerpo suple esa “falta de agua” produciendo más y reteniéndola para que no se vaya.
Cada persona siente la emoción de una manera distinta. Por ejemplo, la ansiedad; para unas es una opresión en el pecho, para otras un ahogo en la garganta, otras personas sienten que los músculos de sus brazos y cuello se tensan…
Lo mismo sucede con una emoción positiva. Por ejemplo, el sentimiento de libertad; unas personas la expresaran abriendo sus brazos, otras sonriendo abiertamente y otras notando que su corazón se acelera sintiendo alegría.
Tu presente es el resultado de:
- Qué has vivido.
- Cómo lo has vivido.
- Cómo lo ha reseteado tu cuerpo.
Escucha tu cuerpo. Sé consciente en el mismo momento que sientes la emoción negativa. Cierra tus ojos y concéntrate abriendo tus “ojos interiores” para sentir cómo se manifiesta la emoción en tu cuerpo. Cuanto más “desgastes”, más consciente seas para eliminar esa emoción, menos acumulas y antes sanarás. Si no eres capaz, déjate acompañar por alguien que entienda del tema y pueda ayudarte.
Crea tu futuro para manifestar lo que realmente deseas.
Para poder crear tu futuro no basta con soñarlo. Debes tener una intención clara y una emoción elevada, para crearlo desde el corazón. Debes “tener hambre” para buscar lo que quieres, poner foco en ello, sentirlo como si ya fueses una realidad y dar un pequeño paso cada día que te saque de tu zona de confort y te acerque a esa meta. Elige ser feliz para que otras personas quieran modelarte y también lo sean.
No esperes a verte con los ojos de otros. La física cuántica, la descodificación biológica original y la neurociencia dicen que lo que te sucede hoy es el resultado de tus pensamientos y emociones pasadas.
Cierra los ojos y ensaya tu futuro. Pero…. No lo cuentes, la envidia y quien te desea el bien (pero no más que el suyo), pueden influir en la creación de tu futuro.
Ten persistencia y foco.
No te pido que creas todo lo que te digo, pruébalo y si te funciona; perfecto. Si no, no pierdes nada por probarlo, aprender a escucharte y disfrutar de la experiencia.