¿Alguna vez has comparado la vida con un juego? La verdad es que hay muchas similitudes entre los juegos y la vida real. Los dos tienen reglas, desafíos y recompensas, y ambos tienen el potencial de ser divertidos y educativos. Si adoptamos la metáfora de la vida como un juego, podemos aprender a disfrutar más de nuestras experiencias cotidianas y también podemos aprender de nuestros errores y desafíos.

En la vida, como en un juego, tienes que aprender las reglas antes de poder jugar. Esto significa que debes conocer las expectativas y las normas que rigen la sociedad y tus relaciones interpersonales, y entender tus propias limitaciones y habilidades. Cuando juegas, puedes ver claramente las reglas y los objetivos, pero en la vida real, esto te puede resultar un poco más difícil. A menudo, tendrás que crear tus propias reglas y objetivos.

Una vez que entiendes las reglas, ya puedes empezar a jugar. La vida te presentará DESAFÍOS y obstáculos en forma de trabajo, relaciones difíciles, enfermedad, rupturas, duelos, problemas económicos, cambios inesperados….

Al igual que en un juego, estos desafíos pueden parecer abrumadores al principio, pero si los abordas con una actitud positiva, encontrarás formas de superarlos. En lugar de ver los desafíos como una carga, obsérvalos como una oportunidad para aprender y crecer. Muchas veces, las oportunidades y las soluciones están a nuestro alcance, muy cerca de nosotras, en personas o lugares que no habíamos tenido en cuenta antes porque sólo miramos al frente, nos enfocamos en el “problema”, en lo que no queremos y, somos incapaces de ver una salida. Cuando observas y te enfocas en lo que SÍ quieres, abres tu mente y tu campo “visual” para encontrar respuestas, nuevas oportunidades y otros caminos.

Además, al igual que en un juego, la vida también te presentará RECOMPENSAS por superar estos desafíos. Puede ser algo tan simple como una sensación de logro o algo más tangible, como una promoción en el trabajo, una terapia alternativa para tu enfermedad, conocer una persona que puede ayudarte con tu problema financiero o un nuevo amigo. A medida que avanzas en el juego de la vida, puedes acumular recompensas que te ayudarán a sentirte más realizada y feliz. ¡No es maravilloso! Me estoy imaginando la vida como el juego de la oca. De oca a oca y tiro porque me toca…

Pero, la vida también puede ser difícil y enviarte unos días a una casilla dónde no podrás moverte. Habrá ocasiones en las que te enfrentarás a situaciones que te harán sentir incómoda o asustada. Puede ser hablar en público, miedo a conducir, miedo a emprender algo nuevo, miedo a un nuevo trabajo o una nueva relación, sentimientos de soledad o de rechazo, afrontar una enfermedad, o cualquier otra situación que te haga sentir fuera de tu zona de confort. En esos momentos, es fácil sentirse atrapada y sin salida.

Pero si recuerdas que la vida es como un juego, serás capaz de encontrar la fuerza para enfrentar tus miedos. Recuerda que si caes en la casilla del pozo, de la posada, la cárcel o en el laberinto, es temporal y pronto podrás volver a estar en forma para seguir jugando. Te invito a que, como en un juego; practiques y entrenes para superar los desafíos que se te presentan. En lugar de ver tus miedos como una debilidad, velos como un desafío que puedes superar. Si te enfocas en la recompensa que obtendrás al superar tu miedo, encontrarás la motivación para seguir adelante. Te aseguro que si al lado de tu miedo, fobia o creencia limitante, le pones un sueño mucho más grande, tu sueño desanclará esos frenos que te impiden avanzar. Es como si en el juego de piedra, papel o tijera, tu sueño fuera la piedra que machaca la tijera, el papel que envuelve la piedra o la tijera que corta el papel. Tú decides qué tamaño tiene tu miedo y qué fuerza tiene tu sueño.

Pero, ¡recuerda!  No siempre ganarás en este juego. Habrá momentos en los que fallarás, cometerás errores y no alcanzarás tus objetivos. Pero eso también es parte del juego, y es importante que aceptes que el fracaso es una pieza fundamental y necesaria para tu proceso de aprendizaje. De hecho, las lecciones más valiosas las aprenderás tras un fracaso. Thomas Alva Edison dijo que no fracasó, si no que encontró 999 maneras de cómo NO hacer una bombilla.

Si tienes hijos o niños cerca, seguro que habrás oído hablar del juego Fortnite, un video juego con el que los niños se volvían locos por jugar. Pues, déjame decirte que este juego empezó siendo un fracaso, no ocupaba titulares, ni estanterías de jugueterías, ni lo querían en comercios especializados en videojuegos, pero sus diseñadores no se rindieron; hicieron algunas modificaciones y el juego se convirtió en un gran éxito hasta el día de hoy. Tú también puedes: encuentra qué pensamiento o comportamiento puedes cambiar en ti para lograr afrontar esa situación que te pesa, te duele, o te paraliza.

En el juego de la vida NO estás sola. Tienes amigos, familiares, mentores y otros seres queridos que pueden ayudarte a superar los desafíos y celebrar tus victorias. También puedes contar con otras casillas como la oca o los dados, que pueden ayudarte a dar un salto cuántico en tu vida. Profesionales de la medicina, de la psicología, del desarrollo personal, mindfulness, coach, reprogramadora mental, terapias naturales y alternativas, …  pueden ser para ti esa casilla que suponga tu punto de inflexión; un nuevo rumbo o un nuevo comienzo. Y, al igual que en un juego de equipo, a menudo es más fácil y más gratificante trabajar juntas para lograr tus objetivos.

La próxima vez que te enfrentes a un desafío en tu vida, recuerda que estás jugando a un juego. Esta es una forma poderosa de abordar tus experiencias cotidianas. Te recordará que tienes el poder de elegir tu actitud y tu perspectiva, y que puedes aprender y divertirte al mismo tiempo. Si aprendes las reglas, abordas los desafíos con una actitud positiva y recuerdas que las fobias son sólo obstáculos temporales. Eres mucho más fuerte de lo que crees. Tienes un poder interior que está deseando salir. Puedes comerte tus fantasmas como el come-cocos del juego Pac-Man, convirtiendo tu vida en un juego emocionante y gratificante en el que puedes ganar, incluso en los casos en los que no te lleves el trofeo. Tú eliges si quieres ver tus miedos como debilidades insuperables y los obstáculos que se te presenten como una carga o como desafíos emocionantes que puedes vencer. Estoy segura que te he hecho reflexionar y encontrarás la fuerza necesaria para superar los retos que se te presenten y alcanzar tus sueños, sin importar cuán difíciles puedan parecer.

Así que adelante, ¡diviértete y aprende en este juego llamado vida!

Un abrazo de luz.

Mar.

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