Las mujeres tienen más miedo a conducir que los hombres. Sobre todo mujeres mayores de 40 años que han presenciado o sufrido un accidente. Algunas acaban padeciendo AMAXOFOBIA INCAPACITANTE, palabra que proviene del griego amaxo que quiere decir carruaje y phobos que significa miedo terrible.

El miedo es la emoción básica que ayuda a detectar una situación después de reconocerla como peligrosa. Suelen tener miedo a la densidad de tráfico, a conducir de noche, a realizar nuevos trayectos, a alejarse de su casa… Tienen carnet desde hace años, no circulan con frecuencia o dejaron de hacerlo hace tiempo y quizás también tengan miedo a volar o a los espacios cerrados. Conducen por los mismos sitios y de forma esporádica. No les gusta llevar acompañantes por autovías o autopistas, con mucho tráfico o de noche.

Son personas responsables y autoexigentes, perfeccionistas. Al mínimo riesgo prefieren no conducir y ponen cualquier excusa para no hacerlo, lo que les convierte en dependientes y acostumbradas a cambiar de planes continuamente. En consecuencia se sienten frustradas, tristes, impotentes, con baja autoestima. No entienden por qué tienen miedo y no saben cómo superarlo.

Muchas mujeres no conducen por placer sino por necesidad. Si se ven obligadas a conducir, sienten ansiedad, nerviosismo, taquicardia, sudoración en las manos…

El paternalismo también crea inseguridades.

El miedo a conducir sobrestima el peligro y subestima sus propias capacidades para hacerle frente. La fobia limita, anula y condiciona, provoca sensación de pánico y descontrol mucho más intensa que el peligro objetivo real.

Son varios los síntomas que denotan este miedo a conducir:

COGNITIVOS:

    • Preocupación
    • Aprensión
    • Inseguridad
    • Temor
    • Pensamientos negativos
    • Anticipación al posible peligro
    • Dificultad de concentración y de toma de decisiones

OBSERVABLES:

    • Nerviosismo
    • Movimientos torpes
    • Evita conducir
    • Falta de control
    • Estrés y depresión

FISIOLÓGICOS:

    • Pulso acelerado
    • Sensación de ahogo
    • Sofocos
    • Opresión en el pecho
    • Molestias en el estómago
    • Tensión muscular
    • Temblores
    • Cansancio excesivo
    • Sudoración en las manos
    • Náuseas
    • Dificultad para respirar

Y son diversas las causas pueden ocasionar estos síntomas:

    • Ver o sufrir un accidente.

    • Miedo a conducir bajo condiciones climáticas adversas; tormenta, fuertes lluvias, niebla, nieve.

    • Miedo a conducir por puntos negros, ciudades o itinerarios desconocidos, atravesar túneles o puentes, adelantar camiones.

    • Leer o ver noticias sobre accidentes.

    • Haber tenido un profesor de autoescuela estricto o un aprendizaje insuficiente.

    • Ser insegura y/o con baja autoestima.

    • Ser perfeccionista.

    • Tener las facultades psicofísicas para conducir mermadas.

    • Ser propensa a sufrir ansiedad y/o estrés.

    • Tener pensamientos negativos.

    • Temor a quedarse aislada en determinados escenarios.

    • Mujeres embarazadas que temen hacer daño al bebé.

    • Miedo a llevar pasajeros.

La DGT en 2020 detectó que el 42,9% de mujeres conduce. De éstas, el 65% tienen entre 40 y 9 años y el 50% más de 60. Y, el 18% dejan de conducir.

¿Qué consecuencias tiene dejar de conducir por miedo?

En primer lugar, EMOCIONALES, ya que no encuentran el apoyo o ayuda en su entorno. Se sienten incomprendidas y esconden lo que les pasa o, con el tiempo, dejan de hacerlo. Disminuye la autoestima y la confianza e impacta en otras áreas de sus vidas.

En segundo lugar, tiene consecuencias ECONÒMICAS; pueden perder oportunidades laborales, sin contar con el gasto económico al utilizar el transporte público.

También tiene consecuencias SOCIALES; ya que suelen aislarse de acontecimientos sociales que requieren el desplazamiento en vehículo.

Y, finalmente, las consecuencias DE TIEMPO; el que se debe invertir en cada desplazamiento en transporte público, ya que en muchas ocasiones un trayecto en coche de 10 minutos, puede convertirse en 1h en transporte público.

¿Qué debes hacer si te sientes identificada con todo esto?

    1. Reconoce tu miedo.
    2. Conduce con alguien en quien confíes y te sientas bien (profesor de autoescuela, familiar, amiga…) para ganar confianza.
    3. Conduce de día.
    4. Sólo conduce, no dejes de hacerlo.
    5. Escucha tu música favorita mientras conduces.
    6. Pide ayuda especializada, si lo necesitas, para abordar:  a) Tus pensamientos. b) Los síntomas. c)Tu comportamiento.

Existen muchas técnicas, además de la psicología, que te ayudan a superar este miedo: mindfulness, atención plena, inteligencia emocional, programación neurolingüística, EMDR, tapping o EFT, hipnosis, técnicas de respiración, meditaciones y visualizaciones, terapias de reprocesamiento cerebral, Mindjung

Aplica la técnica que te ayude a enfrentar una fobia que te limita y ¡lidera tu vida!.

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